YOUR CART
- No products in the cart.
Subtotal:
$0.00
El Ngöndro son una serie de “prácticas preliminares” que conforman el fundamento para la práctica en la tradición budista tibetana. Estas prácticas ayudan a los practicantes a eliminar los obstáculos mentales y a desarrollar cualidades esenciales como el desapego, la disciplina, la meditación y la sabiduría. Proporcionando una base para así poder avanzar hacia enseñanzas y prácticas más avanzadas del Vajrayana. El Ngöndro es como un mapa hacia la iluminación, el cual nos proporciona instrucciones paso a paso para nuestro viaje en dirección a la liberación.
En general el budismo es un camino que proporciona herramientas para poner fin al sufrimiento a través de la transformación de los estados mentales confusos que distorsionan nuestra comprensión de la realidad. El budismo nos enseña que al transformar dichos estados mentales aflictivos, podemos cesar el sufrimiento y lograr una felicidad duradera, experimentando así nuestra verdadera naturaleza y el mundo que nos rodea con una mayor claridad. El Buda nos animó a reflexionar, analizar y pensar de manera crítica, en lugar de simplemente aceptar o rechazar las cosas basándonos en nuestras percepciones inmediatas. Como se menciona en el Anguttara Nikaya:
Cuando el mundo comprende esta verdad, cuando la mente es vista tal como es, luminosa y libre de impurezas, entonces la meditación se revela como el sendero esencial. Mediante la práctica diligente, uno trabaja para eliminar las impurezas que oscurecen la mente, revelando su pureza innata. Así, la meditación cobra sentido y propósito: como el método para despertar a la verdad, disipando los velos de la ignorancia y liberando la mente hacia su estado natural de claridad y paz.
Este enfoque puede ser útil para aquellos interesados en adentrarse en el Ngöndro: Las Prácticas preliminares para lograr una transformación interior.
Existen diferentes presentaciones del Ngöndro de acuerdo a las escuelas dentro de la tradición tibetana. Existen comentarios sobre todos estos textos que son utilizados como manuales de práctica y que acompañan las prácticas del Ngöndro dándole comprensión y significado. En la tradición Nyingma está la obra de Las Palabras de Mi Maestro Perfecto de Patrul Rinpoche. La tradición Kagyu cuenta con El Precioso Ornamento de la liberación de Gampopa. La escuela Sakya ofrece enseñanzas sobre las Tres Percepciones, mientras que la tradición Gelug cuenta con el Camino Gradual o Lam Rim de Tsongkhapa.
Es vital comenzar contemplando los preliminares externos antes de comenzar el camino principal del Ngöndro. Estos preliminares externos proporcionan una base para entender el sufrimiento, la impermanencia y la causa y efecto, además de que ayudan a cultivar una motivación genuina y preparan la mente al abordar aspectos fundamentales de la vida y de nuestros diversos estados mentales. Esta preparación estabiliza y purifica la mente, dejándola lista para los preliminares internos. Este proceso no requiere estar sentado constantemente; las actividades físicas, el estudio, los repasos mentales y la reflexión también ayudan a familiarizarse con todo este material.
Generalmente, la práctica del Ngöndro se divide en dos partes: los preliminares externos, que consisten en contemplaciones sobre temas como la preciada vida humana, la muerte y la impermanencia, etc. y los preliminares internos, que conforman el cuerpo principal de la práctica del Ngöndro, los cuales son el Refugio, la práctica de Vajrasattva, la ofrenda del Mandala y el Guru Yoga. Más adelante profundizaremos en ellos a detalle.
Los preliminares externos deben ser contemplados durante al menos 14 horas y durante toda la practice del Ngöndro, y son los siguientes:
Reflexionar sobre estas contemplaciones es clave para cultivar claridad y estabilidad mental. Ayudan a alejar la mente de distracciones y preocupaciones superficiales, fomentando un estado disciplinado y enfocado. Esta preparación proporciona la visión adecuada y la disposición correcta necesarias para participar efectivamente en las prácticas de Ngöndro, mejorando así la meditación, la visión y el compromiso con el camino de la transformación interior.
El Ngöndro implica una meditación profunda sobre la naturaleza de la realidad, la vacuidad y la naturaleza de la mente. Una constante familiarización con estas nuevas formas de percibirse a sí mismo y al mundo resulta más importante que centrarse en el número de repeticiones o acumulaciones. Esta integración continua de percepciones ayuda a superar las limitaciones conceptuales y nos ayuda a avanzar hacia la iluminación.
Antes de realizar estás prácticas, es necesario recibir la transmisión y las instrucciones de las mismas de acuerdo al Ngöndro que harás. Aunque cada liturgia del Ngöndro puede variar, por lo general, cada sección incluye instrucciones y prácticas específicas adaptadas a las enseñanzas transmitidas en cada una de las respectivas tradiciones. Estas prácticas suelen involucrar acciones físicas, recitaciones y visualizaciones para enfocar la mente, así como acumulaciones para generar mérito y la disolución de dichas visualizaciones para integrar la práctica y preparar a la mente para una meditación más profunda.
La práctica del Ngöndro consiste en un total de cien mil acumulaciones de las diferentes secciones, lo cual puede causar que algunos se sientan intimidados e incluso se alejen de la práctica del Ngöndro por esta razón. Sin embargo, las acumulaciones se pueden abordar de diferentes maneras. Por ejemplo, el simple hecho de recordar al Buda y las enseñanzas puede contar como una recitación de refugio. Recitar la ofrenda del mandala, participar en actividades como pasar tiempo con otros, estudiar el dharma, hacer reflexiones y contemplaciones mentales, o cantar el mantra mientras lavas los platos pueden contribuir a las acumulaciones en tu práctica de Ngöndro. Algunos maestros, por ejemplo, aconsejan a sus estudiantes que durante el tercer retiro de tres años, dejen de centrarse en acumular números y, en su lugar, que realmente “vivan” su práctica de la sadhana (texto de la práctica) con sus propias palabras y estilo. (Ten en cuenta que uno debe recibir instrucciones claras de su maestro para abordar la práctica de esta manera). Cada uno de estos aspectos se explicará en las siguientes cuatro secciones, basándome en los consejos de mi maestro, Dzongsar Khyentse Rinpoche, esperando que esta forma de abordar el tema resulte práctica para el practicante del mundo moderno.
Esta sección consiste en recitar la oración de las Tres Joyas — Buda, dharma y sangha — como nuestros objetos de refugio, mientras simultáneamente realizamos postraciones.
Hay dos razones principales para tomar refugio: primero, un temor inteligente de no querer continuar teniendo una visión poco realista de nosotros mismos y de la realidad, debido a que nos conducirá constantemente a experimentar sufrimiento en el futuro; y segundo, la confianza en que los objetos de refugio son fuentes válidas de protección. La bodhichitta, que es la determinación altruista hacia la iluminación, guiada por la sabiduría y la compasión para beneficiar a todos los seres sintientes, también es vital. Comprender y cultivar la bodhichitta es esencial en este camino. La bodhichitta va más allá del hecho de solamente ser compasivo o amable; requiere reconocer el profundo sufrimiento en el que estamos inmersos nosotros mismos y en los demás, y así desarrollar una aspiración sincera por aliviar ese sufrimiento. Esta aspiración nos lleva a esforzarnos por nuestra propia iluminación como la forma más efectiva de ayudar a los demás. Alcanzar la iluminación implica dominar tanto el método como la sabiduría, que se detallan en las paramitas o perfecciones. Estas se resumen comúnmente en seis: generosidad, disciplina, paciencia, esfuerzo entusiasta, concentración y sabiduría. Todas ellas se resumen en los tres entrenamientos superiores: Disciplina, Meditación y Sabiduría. Que a la vez son elementos corresponden al Noble Óctuple sendero. Comprender e integrar estos conceptos es una parte fundamental de la sección del refugio dentro del Ngöndro.
Tomar refugio en el Buda significa seguir el ejemplo y confiar en un ser iluminado, que no es un dios creador, sino alguien, como nosotros, que ha desarrollado plenamente su propio potencial. Tomar refugio en el dharma significa abandonar las visiones extremas que ven las acciones de manera absoluta o niegan el principio de interdependencia. Esto se traduce en no hacer daño a los demás. Al tomar refugio en la sangha, evitamos seguir consejos que puedan reforzar visiones extremas. En esencia, tomar refugio significa aceptar el principio de interdependencia — entender la causa y el efecto — y reconocer que somos responsables de nuestros propios estados mentales.
En resumen, las prácticas internas implican establecer un hábito de por vida de integrar el dharma en nuestra mente. Para hacer esto, recitamos la oración de refugio que se encuentra en la liturgia del Ngöndro que hayamos elegido mientras realizamos postraciones y nos esforzamos por practicar todos los días.
Si bien realizar postraciones y recitar la oración de refugio es la forma tradicional y principal de acumular mérito en esta sección, aquí hay algunos otros ejemplos de lo que podría incluirse en la práctica diaria:
Todas estas acciones son parte de la práctica, contribuyendo a las tradicionales 110,000 recitaciones de la oración de Refugio y Bodhichitta realizadas mientras uno se postra. En lugar de sentirte abrumado por el número, encuentra motivación en la variedad de maneras disponibles para completar esta sección.
¡No tengas miedo de las postraciones! Hay varias formas de realizarlas y maneras de modificarlas si tienes limitaciones físicas. Siempre existe la opción de consultar con tu maestro o instructor para obtener consejos al respecto.
Para prepararnos para la práctica del dharma, necesitamos pasar por un proceso de purificación, y la práctica de Vajrasattva es una forma poderosa de lograrlo. La esencia de la purificación es reconocer nuestras acciones negativas y motivaciones erróneas del pasado: acciones dañinas que hemos realizado con nuestro cuerpo, palabra y mente. En este sentido, la purificación significa soltar nuestros hábitos poco útiles y las acciones que se derivan de ellos, quitándole fuerza a nuestras tendencias no virtuosas. La práctica tradicional implica visualizar a Vajrasattva, quien representa la pureza que todos poseemos y simboliza nuestro potencial para la iluminación, ayudándonos a eliminar obstáculos y karma negativo. Vajrasattva es una figura radiante con un cuerpo blanco que se sienta sobre o frente a nosotros. Imaginamos luz y néctar fluyendo de él hacia nosotros, purificando nuestro cuerpo, palabra y mente. Mientras visualizamos, recitamos con concentración y confianza el mantra de 100 sílabas de Vajrasattva:
OM VAJRASATTVA SAMAYA MANUPALAYA VAJRASATTVA DENOPA TISHTA DIHO ME BHAVA SUTO KAYO ME BHAVA SUPO KAYO ME BHAVA ANURAKTO ME BHAVA SARVA SIDDHI ME PRAYATSA SARVA KARMA SU TSAME TSITTAM SRIYAM KURU HUM HA HA HA HA HO BHAGAVAN SARVA TATHAGATA VAJRA MA ME MUNTSA VAJRA BHAVA MAHA SAMAYA SATTVA AH
Puede ser útil comenzar recitando el mantra lentamente y grabándolo con nuestra propia voz para facilitar su aprendizaje. Finalmente, dedicamos el mérito de nuestra práctica para el beneficio de todos los seres.
Como con todas las prácticas de Ngöndro, ¡puedes llevar la de Vajrasattva más allá del cojín de meditacion! Reflexionar sobre los cambios positivos y la claridad obtenida a través de tu práctica, reducir el uso de plástico y recoger cualquier basura que encuentres son algunas de las prácticas que mi maestro nos aconseja hacer, ya que nuestra purificación interior también está relacionada con nuestras condiciones externas, debido a la interdependencia. Además de las tradicionales 110,000 recitaciones, puedes incluir las siguientes acciones como parte de tu práctica:
Se dice que, para comprender la profundidad del dharma, se necesita abundancia: una abundancia de habilidades, tiempo, circunstancias, devoción y la capacidad de interpretar las enseñanzas. Para lograr esto, se deben acumular varios tipos de mérito o causas positivas. La práctica de la ofrenda del mandala sirve para cultivar un sentido de generosidad y acumular mérito. El objetivo es cultivar una actitud de altruismo y generosidad, reflejando así nuestro compromiso con el camino.
La práctica del ofrecimiento de mandala implica crear una representación simbólica de todo el universo como una ofrenda a los budas y a todos los seres. Comenzamos visualizando una base que representa todo el cosmos, llena de materiales preciosos como montañas, ríos, océanos y palacios, que se transforman en un reino de belleza y pureza. A medida que visualizas, recita la oración de ofrecimiento de mandala con devoción y claridad, viendo la ofrenda como un gesto de tu más profundo respeto y dedicación.
Tradicionalmente, la práctica del mandala se realiza recitando una oración basada en la antigua cosmología india del sagrado Monte Meru y los cuatro continentes, y la recitamos 110,000 veces. Sin embargo, también puedes participar en trabajos sociales y voluntarios para beneficiar a otros como parte de la práctica de ofrecimiento de mandala.
A continuación se presentan otras prácticas que también puedes incluir en tu acumulación:
Después de completar cualquiera de estas prácticas, asegúrate de recitar la frase: Idam Guru Ratna Mandala Kam Niryatayami — esto significa: “Este mandala de joyas se lo ofrezco al gurú.”
Esta práctica enfatiza el desarrollo de la devoción al conectarnos con el maestro espiritual, la cual consiste en unir nuestra mente con la mente del gurú — comprendiendo que en naturaleza, no son distintas sino iguales— esto es esencial para un verdadero progreso. Implica reconocer las cualidades iluminadas del gurú e integrar su guía para así lograr avanzar en el camino.
Esto nos ayuda a profundizar nuestra conexión con el Buda —representado por el maestro visualizado como una deidad, como por ejemplo Vajradhara— de acuerdo con las enseñanzas. Como se trata de una instrucción que pertenece al Vajrayana, debemos tener el debido empoderamiento, transmisiones e instrucciones esenciales de nuestro maestro para realizar esta práctica.
En general, el Gurú Yoga comienza visualizando a tu gurú como una figura búdica radiante sobre tu cabeza o frente a ti, encarnando la sabiduría y la compasión. Enfócate en esta visualización con devoción y recita la liturgia del Gurú Yoga de tu práctica de Ngöndro junto con el mantra y, finalmente, disuélvelo en ti. En esta sección contemplamos al gurú como la personificación de las Tres Joyas o, en este caso, de las Tres raíces que son: el Gurú, el Yidam y la Dakini, entendiendo así que al conectar con el gurú estamos conectando con las enseñanzas, con el dharma. Al visualizar al gurú como inseparable de los tres objetos de refugio, los practicantes desarrollan una profunda devoción y una conexión que refleja la unidad de nuestra mente con la mente del maestro, por eso se llama la práctica de “unión” con el maestro.
Quisiera enfatizar que es esencial recibir instrucciones claras de tu maestro para realizar esta práctica. Por ejemplo, mi maestro nos aconseja visualizarnos como el Buda, asumiendo que tenemos los empoderamientos y guías necesarias, y ofrecer todo lo que comemos o bebemos como parte de esta práctica. Dentro del Vajrayana, el método y la sabiduría se acumulan simultáneamente porque se potencian mutuamente. Los métodos profundizan la compasión, mientras que la sabiduría aclara la comprensión. Este enfoque integrado acelera nuestro progreso a través de prácticas claras y precisas, como el Gurú Yoga.
Para esta sección del Ngöndro, el número de recitaciones puede variar; por ejemplo, en el Ngöndro de Longchen Nyingtik encontramos el Gurú Yoga de Padmasambhava, en el que recitamos la Oración de siete líneas de Gurú Rinpoche 110,000 veces y el mantra 100,000 veces por sílaba, totalizando 1,200,000 repeticiones. Pero esto puede varias, dependiendo del Ngöndro que estés haciendo. Para el Gurú Yoga de Padmasambhava, mi maestro nos anima a usar versiones de la oración que consideremos inspiradoras. Por ejemplo, hay una versión en inglés que se canta en un coro y una versión en español en el estilo vallenato colombiano. Este enfoque ayuda a fortalecer la devoción, purificar acciones negativas y recibir bendiciones, poniendo a nuestra mente en la misma sintonía con las cualidades iluminadas del gurú.
Todas estas prácticas refuerzan la profunda visión de la naturaleza búdica, afirmando que cada ser sintiente posee el potencial de alcanzar la iluminación. En última instancia, destacan el poder transformador de la sabiduría y compasión del Buda, proporcionando un camino claro para que los practicantes realicen su propia naturaleza búdica innata basada en una comprensión y práctica correctas de estas instrucciones.
Dzongsar Khyentse Rinpoche ha creado un programa para apoyar a los practicantes en su camino llamado Ngöndro Gar. Es una comunidad internacional y no sectaria que practica las preliminares de Ngöndro como una práctica autodirigida apoyada por recursos que incluyen liturgias, un instructor personal y enseñanzas en línea. La palabra “Gar” significa “nómada”, reflejando que somos una comunidad que no cuenta con una sede física. Somos una comunidad viviente de practicantes alrededor del mundo. Si eres nuevo en esta práctica y buscas recursos y apoyo, puedes visitar ngondrogar.org.
CARLO CARRANZA
Ha estudiado y practicado el budismo durante más de 24 años, comenzando en 2001 recibiendo enseñanzas de su maestro principal, Dzongsar Khyentse Rinpoche, en la Universidad de British Columbia. Fue monje durante 10 años y recibió sus votos del XIV Dalai Lama, es instructor de Siddhartha’s Intent. Ha enseñado a nivel internacional, adoptando un enfoque no sectario, ha traducido obras y es parte del Programa Milinda de la Khyentse Foundation para Instructores Occidentales.