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¿Alguna vez has caminado por la calle perdida en tus pensamientos, sólo lo suficientemente presente para no caerte en un hoyo, pero no lo suficiente para ver más allá de una cuadra más adelante? Cuando hice un retiro con Pema Chödrön, ella miró a los mil retirantes en la sala y dijo que casi estaba segura de que cada uno de nosotros había tenido esa experiencia.
Para ilustrar su punto, Pema nos contó una anácdota de su propia vida. Dijo que cuando ella sale a caminar, usualmente no pone mucha atención a las aves. Así que si alguien le pregunta por los pájaros que vio, quizás diga “Bueno, creo que vi cuervos -estaban graznando. Y vi golondrinas –creo que eran golondrinas”. Pero luego nos contó que recientemente dio una caminata con unos “super avistadores de aves” y vio ¡treinta y cinco especies de aves! Sus amigos expertos decían algo así como “Mira, hay un Pájaro Azul de Colorado” Pema se volteaba y al principio no veía nada, pero luego una criatura pasaba volando a la vista.
Pema enseña que si sólo nos abrimos al mundo –hacemos un pequeño silencio en nuestra historia; tomamos una pausa de nuestros pensamientos –podemos ver más, escuchar más, probar y sentir más. Por supuesto, como explicó en una conversación con k.d. lang y Tami Simon, la razón por la cual estamos en un capullo en nuestra cabeza, la razón por la cual no estamos abiertos, es porque estamos tratando de protegernos del dolor.
“Una vez que estás abierta, estás abierta a todo el paquete; tanto a la pena como a la belleza” dijo, “Esto requiere de valor –permitirte sentir lo que sientes y estar contigo misma. Pero te conecta con la humanidad; te das cuenta de tu interconectividad con las demás personas. Es una experiencia completamente diferente de estar viva”.
Recuerdo cuando estaba embarazada de mi primer hijo. Por meses, todo el mundo me estaba diciendo constantemente qué esperar: más dolor en el parto que el que hubiera experimentado en toda mi vida, noches sin dormir, trastorno hormonal, pérdida de mi libertad, y pérdida de mi yo, pero también un amor inimaginablemente poderoso y alegría ilimitada.
Algo de lo que mis doctores, amigos y familia me estuvieron diciendo fue útil, pero mucho más útil fueron las enseñanzas de Pema; su recordatorio de no quedarme enfrascada en las expectativas. Momento a momento, lo mejor que podemos hacer es vivir nuestra experiencia –cualquiera que esta sea; dar a luz a una hija perfecta, enfrentar una decepción amarga, o simplemente tener un vistazo de pajarillos cedros o de reyezuelos de moño rojo.
Aquí están tres de mis enseñanzas favoritas de Pema de nuestros archivos.
—Andrea Miller, editora adjunta, Lion’s Roar
Te quedas tan atrapado en las historias de tu vida, las pequeñeces que hacen tu día, te quedas tan auto-absorbida en el proyecto que tienes que hacer, que las bendiciones, la magia, la quietud, y la vastedad se te escapan. Nunca emerges de tu capullo –excepto cuando surge un ruido tan fuerte que no puedes evitar oirlo, o algo te impresiona o te captura la vista. Entonces, por un momento, sacas la cabeza y te das cuenta, ¡wow! ¡mira el cielo! ¡mira el pajarito! ¡mira a esa persona!
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Usualmente consideramos que la soledad es nuestro enemigo. No solemos tomar al dolor de corazón como nuestro invitado. La soledad es inquieta y está caliente y embarazada con el deseo de escapar y encontrar algo o a alguien que nos haga compañía. Cuando podemos descansar en el punto medio, empezamos a tener una relación no-amenazante con la soledad, una soledad relajada y fresca que pone de cabeza a nuestros patrones usuales de miedo.
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Tradicionalmente, a todos nos gusta planear nuestra vida. Y, por supuesto, tenemos que hacerlo. Se pondría muy caótico si nos presentamos a tomar un avión o un tren sin tener nuestro boleto. Pero cuando estamos tratando con emociones y miedo, decidir con anticipación cómo va a ir, no funciona. Nuestro lema debe ser: “Aprende sobre la marcha”.
En el sendero de la meditación, estás entrenando tu mente y cuerpo para terminar reuniéndose en el mismo lugar. Para hacerlo, necesitas disciplina y apertura, lo cual simplemente significa; preséntate a tu vida. El presentarte, el llegar, resulta muy fértil, una tierra tierna. Encontramos que hay un aumento en nuestra curiosidad, nuestro querer saber y nuestro interés en lo que realmente está sucediendo. Descubrimos una cualidad temblorosa de nuestra vulnerabilidad que amenaza con sobrepasarnos. Pero si la tomas en pequeñas medidas, si no tienes el plan de sobrepasar esa vulnerabilidad de un solo golpe y para siempre, entonces quizás encuentres que es algo con lo que se puede trabajar.
Cada vez que permaneces presente con el miedo y la incertidumbre, estás dejando ir a un patrón habitual de buscar seguridad y confort. Todos los estudios del cerebro en relación a la meditación –donde ponen a personas en máquinas de MRI o les ponen electrodos en sus cabezas– nos muestran que cada vez que te atreves a permanecer donde estás y hacer algo completamente nuevo, no-convencional, y no-habitual, abres un nuevo camino en el cerebro. Experimentamos esto como una fortaleza y esto construye nuestra capacidad para estar abiertos la próxima vez. Por el contrario, cada vez que sigues tu aproximación habitual, refuerzas el camino viejo y haces más probable que vayas por el mismo camino la próxima vez.
Y no te preocupes, siempre habrá una próxima vez. Tenemos muchos regresos en la vida; regresos de cosas grandes y regresos de cosas pequeñas. Si tu corazón está atrapado por los celos, o la ira, o la soledad, o cualquier otra manifestación del miedo, no tienes que aprender de ello todo en la misma sentada. No es como que lo aprendes bien a la primera; si superas tus celos o tu ira una vez, entonces todo va a tornarse fácil y sencillo con tal patrón emocional por el resto de tu vida. Siempre va a haber regresos. Seguirá regresando, siguiendo los canales viejos en tu cerebro. Esto significa que tienes muchas oportunidades para levantarte y dejar ir. No es necesario exagerar un patrón emocional, ni aferrarte a él, ponerle gasolina con más pensamientos, o irnos en picada. Cuando sientes el temblor, cuando los pensamientos empiezan a surgir, cuando empiezas a irte en picada, otra repetición es posible. Simplemente despiértate y permítete estar ahí.
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Andrea Miller es la editora adjunta de Lion’s Roar magazine. Es autora del libro Awakening My Heart: Essays, Articles, and Interviews on the Buddhist Life, así como del libro de imágenes The Day the Buddha Woke Up.
thubten khandro es una yoguini budista tibetana, bailarina, poeta y traductora originaria de México. Desde el 2013 es alumna de Yongey Mingyur Rinpoche y forma parte de la Comunidad de Meditación de Tergar. Ha publicado dos libros de poesía de dharma; bird yes y Sunbird. Actualmente da clases de yoga y comparte poesía y danza a través un boletín electrónico mensual.